Aunque no es principalmente una figura literaria, este empresario alemán es reconocido por sus valientes intentos de detener las atrocidades cometidas por el ejército japonés durante la Ocupación de Nankín. Al no poder prevenir la violencia, se dedicó a proteger y ayudar a los civiles chinos atrapados en el conflicto. Fue fundamental en el establecimiento de la Zona de Seguridad de Nankín, un santuario que protegió a aproximadamente 200.000 chinos de la masacre. Sus diarios de guerra ofrecen un relato desgarrador de estos sucesos.
In the late-1930s a mild 55-year-old German protected thousands of citizens of occupied Nanking, often interposing himself physically between Japanese executioners and their victims. Every night he recorded these extraordinary events in his diary, the contents of which are presented in this book.