El joven Juliano, criado en un monasterio de Capadocia, descubre que es príncipe de la línea heredera del Imperio Romano tras una visita inesperada. A partir de ese momento, su vida se convierte en una serie de aventuras que lo transforman en "Juliano el Apóstata". Las intrigas y ambiciones lo llevan a la Corte del Emperador Constancio, donde se enamora de su prima Helena, hija del Emperador. Sin embargo, su felicidad se ve truncada por la muerte de Helena al dar a luz a su primer hijo, que también nace muerto. La intervención del obispo Atanasio no logra guiarlo hacia la fe católica. Mientras tanto, Juliano es proclamado Emperador por sus tropas. En una desafortunada campaña contra los persas, es herido por un dardo enemigo. Su muerte marca el fin de su arrogancia, y en un último acto de soberbia, clama al Cielo: "¡VENCISTE, GALILEO!" Louis de Wohl, autor de esta historia, dejó Alemania en 1935 debido a la desintegración moral que presenció bajo el régimen de Hitler. Sirvió como capitán en el Ejército Británico y participó en la organización de la guerra psicológica durante la Segunda Guerra Mundial.
