La carrera de Peter Cushing fue una clase magistral de dualidad, interpretando a menudo figuras de terror como el Barón Frankenstein y cazadores de vampiros, pero describiéndose a sí mismo como un alma gentil con amor por los animales. Eligió conscientemente papeles que resonaban con el público, prefiriendo ser visto como un creador o destructor de monstruos en lugar de un monstruo en sí mismo. Las distintivas interpretaciones de Cushing, particularmente en películas de terror y como el icónico Sherlock Holmes, cimentaron su estatus a ambos lados del Atlántico. Navegó hábilmente entre las convenciones del género y una personalidad profundamente humana, ofreciendo al público personajes cautivadores y memorables.
The author was widely known as 'the gentleman of horror', his kind and sensitive nature a sharp contrast with the sinister roles that dominated his work from the 1950s onwards. In this book, he presents his own account of his remarkable career, and the devastating sense of loss he suffered following the death of his wife.