José Ignacio Valenzuela Libros

La leyenda de Malaluna narra la historia de Rosa y Rayén, dos hermanas de personalidades opuestas que inician una travesía llena de mal amor y muerte. Su búsqueda de un hogar las lleva a recorrer caminos durante siglos. ¿Lograrán cambiar su destino en un mundo donde el sol y la luna son la raíz del mal?

Ángela ha decidido hacerle caso a su corazón. Ha decidió quedarse en Almahue para amar a Fabián sin temores, sin la condena del malamor sobre sus hombros. Fabián ya no tendrá que recurrir a esos brebajes que aliviaban solo por momentos los terribles dolores que el hechizo, ahora convertido en un mal recuerdo, provocaba en los enamorados. Una milagrosa recuperación del árbol, ese árbol que todos los días se secaba un poco más, parece anunciar que por fin Almahue podrá continuar su historia en paz y tranquilidad. Sin embargo, una misteriosa extraña aparece en el panorama y hay algo en ella que es tremendamente inquietante. Quizás ha llegado la hora en que Rayen cobre venganza. Ella está ansiosa por entrar en acción… ¿será capaz de destruir Almahue para cumplir la promesa que hace muchísimos años hizo frente a la iglesia donde Ernesto traicionó su promesa de amarla hasta el fin de los tiempos? ¿Acabará también con la historia de amor entre Ángela y Fabián?

«Patxunguis!», va exclamar el meu tiet quan em vaig plantar sense avisar a la porta de casa seva. Cridant, sí. Perquè el meu tiet és així: quan una cosa li agrada, apuja el to de veu i acaba cridant perquè s’entusiasma i és feliç. I, a l’inrevés, si hi ha alguna cosa que no li agrada, també t’ho fa saber al màxim volum i res del món no el fa canviar d’opinió. És divertit, però els meus pares no s’hi entenen gens. Bé, ni amb mi, ni amb les mascotes, ni entre ells… Se’n van de viatge tots sols per mirar de solucionar els seus problemes. Mentrestant, jo haig de passar l’estiu amb el meu tiet Nino i les seves trenta mil regles estranyes. De vegades es vesteix de gala sense cap motiu, o fa trucs de màgia i et sorprèn amb coses que ni t’imagines, però sospito que el meu tiet amaga alguna cosa al seu cor…