Ewa Stec

Ewa Stec, madre de dos niños hiperactivos y dueña de un perro travieso, equilibra su vida familiar con su pasión por la escritura. A pesar de su apariencia juvenil, su obra encarna una profunda apreciación por los finales felices, una filosofía que también guía su vida personal. Tras dejar una carrera en el distrito financiero de Londres, ahora se dedica a criar a sus hijos y a perseguir sus ambiciones literarias. Su trayectoria subraya la creencia de que los sueños pueden hacerse realidad con perseverancia y dedicación.