Udo Weigelt crea narrativas imaginativas y lúdicas para niños, que a menudo se adentran en los reinos de la fantasía y la maravilla infantil. Sus obras se caracterizan por un humor sutil y un fuerte énfasis en la narración visual que cautiva de inmediato a los jóvenes lectores. Weigelt capta magistralmente el espíritu de la infancia, con libros diseñados para despertar la creatividad y la curiosidad. A través de sus cautivadoras y originales historias, se ha convertido en un autor muy querido tanto por niños como por padres.
Luna se queda por primera vez sola en casa sin su familia. Mientras espera con Karlo, su panda rojo de peluche, que regrese mamá descubre que el pequeño panda tiene la habilidad de hacer volar a la alfombra que hay junto a su cama. Luna está emocionada. Los dos prueban la alfombra en casa pero como mamá sigue sin regresar, deciden ir juntos a ver por dónde anda y así Luna, Karlo y la alfombra vuelan por toda la ciudad. ¿Crees que encontrarán a su mamá?
Luna está nerviosa y es que es su primer día en su nuevo colegio. Enseguida conoce a otros niños con los que juega contenta y sobre todo entabla amistad con Carola, una niña muy especial. Pero Karlo no está muy de acuerdo, no le gusta que Luna vaya al colegio y menos compartir a su amiga con otros niños. Por eso decide dejar de acompañarla a clase y disfrutarla por entero en casa, pero una tarde Luna queda con Carola ¡en casa! y Karlo se enfada todavía más. Aunque al final, el panda rojo aprende que es bonito compartir a los amigos y no por ello dejas de serlo. Esta colección está publicada en castellano (traducción a cargo de Marinella Terzi) y en catalán (traducción a cargo de Carla Weidmamn) y todos los libros están dibujados por la reputada y conocida ilustradora alemana Joëlle Tourlonias.
Luna cree que mudarse de casa da mucho trabajo, y vaciar las cajas, más todavía. Cuando Karlo propone que Luna decore su casa del árbol y él haga lo mismo con la habitación de la niña, ella enseguida está de acuerdo. Pero cada uno de ellos tiene su propia idea de lo que es una habitación confortable. Y no solo eso: al sacar la manta preferida de Karlo de la lavadora, Luna se da cuenta de que ha encogido y tiene la medida de un pañuelo. El pequeño oso gato se pone a llorar. ¿PODRÁ PERDONÁRSELO A SU AMIGA?
¿JUNTOS SE ESTÁ MENOS SOLO? ¿O NO? Luna no se ha encontrado nunca tan sola como en su nueva casa, entre tantas cajas de cartón. De pronto, oye un ruido en una de las cajas. Luna saca con cuidado la pecera de cristal con las gominolas de ositos. Dentro hay algo blando, suave… «Mi nombre es Karlo. Soy un oso gato», se presenta un pequeño animal con una graciosa cola rayada. Luna lo comprende enseguida: será su nuevo amigo. Pero… para eso tendrá que ganarse su corazón.