Sophie es una joven polaca de pálida belleza que vive en una casa de huéspedes en Brooklyn durante los años cuarenta, junto a Nathan, un judío obsesionado con el pasado, y Stingo, un aspirante a escritor del Sur. Estas tres personalidades se entrelazan en un ambiente que, a pesar de su aparente alegría, está marcado por las secuelas de la guerra que devastó el mundo. La historia de Sophie, reflejo de la tragedia del Holocausto, invita a reflexionar sobre la naturaleza humana, tanto del que sufre como del que inflige dolor. A través de su experiencia, se explora cómo el pasado puede afectar las ansias de supervivencia y la lucha por superar el sufrimiento. La novela profundiza en la esencia del mal en el individuo y en la humanidad en su conjunto, presentando una poderosa meditación sobre la condición humana. En agosto de 1994, figuras literarias y políticas como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Bill Clinton se reunieron en la casa de William Styron, discutiendo sobre literatura y el impacto de las obras que los marcaron. Esta conversación ilustra la relevancia perdurable de Styron en la literatura americana, un autor cuya obra sigue resonando en el tiempo.
