Günter Brus, cofundador del Aktionismo Vienés, es célebre por su arte performativo de presentación agresiva que desafió intencionadamente convenciones y tabúes. Sus primeras obras a menudo presentaban representaciones narrativas de sus actuaciones y fantasías, caracterizadas por un crudo Expresionismo. En sus escritos posteriores, Brus evolucionó este estilo hacia un Expresionismo más romántico, empleando frecuentemente el formato del cuento de hadas. A través de este enfoque, exploró la intención compartida entre el encanto de los cuentos de viajes y la mitología litúrgica, confiriendo a su obra una cualidad única y cautivadora.
La publicación recoge una serie de setenta y ocho aforismos, acompañados de dibujos, inscritos en una poética de la violencia, que constituyen un ataque despiadado al Estado, la estupidez humana, la sociedad y la religión, a la vez que una visión cósmica y poética de las cosas