La mandrágora

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Venecia y Roma, un joven alemǹ ambicioso y alocado, un objeto maravilloso; una mandrg̀ora convertida aqu ̕en hombrecillo grotesco, que a quien lo compra proporciona riquezas ilimitadas, y el diablo, siempre presente. Estamos ante los ingredientes bs̀icos del cls̀ico pacto con el demonio, pero hay ms̀. La dimensin̤ diabl̤ico-jurd̕ica de la mandrg̀ora, que necesita de un propietario para cumplir su funcin̤, la progresiva transformacin̤ espiritual del muchacho que, en el angustioso vaivň de tener y no tener el objeto fatal, ir ̀de lo ms̀ alto a lo ms̀ bajo, y un prodigioso final, autňtica revancha contra el maligno, hacen de este relato una bella rareza incluso para el romanticismo fants̀tico alemǹ