Los autores, miembros del equipo que trabajó diez años en Palo Alto (California) con Gregory Bateson, estudian aquí la pragmática de la comunicación interpersonal. La comunicación es considerada como una relación cualitativamente diferente de las propiedades de los individuos que participan en ella. Después de definir ciertos conceptos generales, los autores presentan las características básicas de la comunicación humana e ilustran sus manifestaciones y sus posibles perturbaciones. Los distintos aspectos de la teoría son ejemplificados mediante un análisis de la pieza ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de Edward Albee. Se analiza la importancia especial de la paradoja y la contradicción en la comunicación humana, tanto desde el punto de vista de la patología como de la terapia. La conducta perturbada es vista como una reacción comunicacional ante una situación que tiene determinadas propiedades, y no como una enfermedad localizada en la mente del individuo. Se discute también la famosa teoría del doble vínculo sobre la esquizofrenia, y se ejemplifica la situación contradictoria que caracteriza al doble vínculo en unas variadas situaciones interpersonales, incluida la psicoterapia. En el último capítulo se establece una comparación entre la teoría de la comunicación y el punto de vista existencial. Dentro de la nueva literatura sobre los fenómenos de la comunicación humana, este libro está ya en camino de convertirse en un clásico.
Paul Watzlawick Orden de los libros
Este psicólogo y filósofo fue un teórico de la teoría de la comunicación y el constructivismo radical. Sus ideas han influido en la terapia familiar y la psicoterapia general. Fue una de las figuras más influyentes del Mental Research Institute.







- 1997
- 1995
A primera vista, todos los hablantes estamos de acuerdo sobre el sentido del término "realidad": es el terreno seguro, la base inconmovible de nuestras vidas, lo opuesto a "opinión" o "punto de vista" particular y subjetivo. Con su estilo caracterísitico, Watzlawick les muestra a sus oyentes -y lectores- la fragilidad de este consenso. No recurre para ello a complicadas reflexiones sistemáticas, filosóficas o históricas, reservadas a especialistas; su exposición se centra más bien en las innumerables paradojas y contradicciones de la vida cotidiana. Con la ayuda de algunas citas brillantes y oportunas, el autor hace tomar conciencia a sus lectores de cómo la "realidad" no es otra cosa que el sentido o sinsentido que tienen las cosas y los acontecimientos en nuestras vidas. Es una red de relaciones que cada uno de nosotros se construye a lo largo de su vida. en psicoterapia, éste es un punto de partida del todo decisivo: poco a poco -estrategia de los pequeños pasos, por oposición a cambio brusco y revolucionario- podemos ir dotando de sentido a nuestros gestos, de manera que hasta lo absurdo empiece a tener significado. Al concluir la lectura de estas páginas, el lector tiene la sensación de haber puesto una piedra más en los muros de la propia casa
- 1995
- 1994
- 1994
La realidad inventada
- 288 páginas
- 11 horas de lectura
- 1994
Los autores, miembros del equipo que trabajó diez años en Palo Alto (California) con Gregory Bateson, estudian aquí la pragmática de la comunicación interpersonal. La comunicación es considerada como una relación cualitativamente diferente de las propiedades de los individuos que participan en ella. Después de definir ciertos conceptos generales, los autores presentan las características básicas de la comunicación humana e ilustran sus manifestaciones y sus posibles perturbaciones. Los distintos aspectos de la teoría son ejemplificados mediante un análisis de la pieza ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de Edward Albee. Se analiza la importancia especial de la paradoja y la contradicción en la comunicación humana, tanto desde el punto de vista de la patología como de la terapia. La conducta perturbada es vista como una reacción comunicacional ante una situación que tiene determinadas propiedades, y no como una enfermedad localizada en la mente del individuo. Se discute también la famosa teoría del doble vínculo sobre la esquizofrenia, y se ejemplifica la situación contradictoria que caracteriza al doble vínculo en unas variadas situaciones interpersonales, incluida la psicoterapia. En el último capítulo se establece una comparación entre la teoría de la comunicación y el punto de vista existencial. Dentro de la nueva literatura sobre los fenómenos de la comunicación humana, este libro está ya en camino de convertirse en un clásico.
- 1992
- 1992
Las características esenciales del lenguaje de la comunicación psicoterapéutica fueron ya fundamentalmente conocidas por los antiguos maestros de retórica y son modernamente objeto de penetrantes investigaciones en los más diversos ámbitos de la vida. La presente obra conjuga, en cierto modo, lo antiguo con lo moderno, al apoyar la técnica de la comunicación terapéutica en los resultados más recientes de la investigación de los procesos cerebrales y en el genial dominio del lenguaje que debemos al hipnoterapeuta norteamericano Milton H. Erickson.
- 1990
El arte de amargarse la vida
- 144 páginas
- 6 horas de lectura
Nueva edición, revisada y actualizada. «Uno de los principales autores de la teoría de la comunicación y de la psicoterapia y uno de los más grandes científicos.» El Mundo. Más de 100.000 ejemplares vendidos en castellano. Su obra ha sido traducida a 80 idiomas. Este best seller, desde su primera publicación en 1983, marcó el reconocimiento internacional de Paul Watzlawick, una figura clave de la psicología del siglo XX. El lector puede verse reflejado en esta parodia de la autoayuda, reconociendo su propio estilo de convertir lo cotidiano en insoportable y lo trivial en desmesurado. A su vez, la obra ofrece al terapeuta un valioso material. «Ya es hora de acabar con los milenarios cuentos que presentan la felicidad como un objetivo deseable. Demasiado tiempo han tratado de convencernos de que la búsqueda de la felicidad nos la otorgará. Nuestro mundo, saturado de recetas para lograrla, necesita que le echemos un cable. El Estado requiere que el desamparo y la desdicha de la población aumenten constantemente, tarea que no puede confiarse a la buena intención de ciudadanos aficionados. Llevar una vida amargada lo puede hacer cualquiera, pero amargarse la vida a propósito es un arte que se aprende. Este libro pretende hacer una pequeña aportación, consciente y responsable, para evitar esta catástrofe.»