Ewa Kozyra Pawlak
Uno de sus primeros recuerdos es un grafiti que realizó con gran pasión con crayones en la pared de su habitación. Desde muy joven, se dedicó con la máxima seriedad a las artes plásticas, en particular a la escultura con plastilina, el bordado y el ganchillo. Al graduarse de la Academia de Bellas Artes de Wrocław, regresó de inmediato al pegado, la costura y el tejido. Ha ilustrado numerosos libros infantiles, escribe poesía, practica caligrafía y traduce, y su estudio alberga miles de retazos de tela de colores.