Michaela Harich
Adicta al café, el chocolate y el sarcasmo, era solo cuestión de tiempo hasta que empezó a escribir. Desde que podía hablar, ha sido una gran narradora con una fuerte inclinación a la exageración humorística. Sus novelas siempre presentan una heroína fuerte, que lucha contra deseos oscuros y se debate con las decisiones y sus consecuencias. La mayoría de sus obras juguetean con las emociones y los miedos, solo para sorprender al lector al final.