La obra de Phyllis Krasilovsky tiene profundas raíces en agudas observaciones de niños reales y recuerdos personales, inspirándose en su familia y su propia crianza. Sus historias, a menudo impregnadas de un humor suave y relatos de advertencia, obtuvieron inicialmente reconocimiento a través de sus libros ilustrados. Krasilovsky también exploró temas relevantes para jóvenes adultos, basándose en sus propias experiencias. Su atractivo duradero radica en su capacidad para capturar la esencia de las experiencias infantiles y traducirlas en narrativas atemporales.
Hendrika the cow longs to visit the city and see for herself the city she had heard so much about. One day her wish comes true and Hendrika embarks on the adventure of a lifetime, causing much surprise and excitment amongst the city dwellers.