Sandie Docker
Sandie Docker, que creció en Coff’s Harbour, se enamoró por primera vez de la lectura cuando su padre le introdujo a los libros de fantasía en la adolescencia. Su amor por la ficción comenzó al leer por primera vez a Jane Austen, pero no fue hasta que estaba haciendo un curso de traducción en la universidad que su profesor de mandarín le sugirió que podría tener facilidad para escribir, una idea que permaneció en el fondo de su mente mientras vivía en el extranjero y viajaba por el mundo. Sandie decidió por primera vez poner su pluma sobre el papel (sí, escribe todo a la antigua usanza antes de pasar a un teclado) cuando vivía en Londres. Ahora, de vuelta en Sídney con su marido y su hija, escribe todos los días.