Poggio Bracciolini
En una carta de 1505, Erasmo describe a Pogius como una figura tan profundamente inculta que sería indigno de ser leído incluso si no fuera obsceno. Por el contrario, está tan empapado de obscenidad que, incluso si fuera el más erudito, sería rechazado por hombres virtuosos. Erasmo utiliza esta aguda crítica para resaltar los límites del gusto y la integridad intelectual.