El arte de Elsa Beskow moldeó profundamente la literatura infantil, estableciendo un lenguaje visual que influyó en generaciones. Su obra, profundamente arraigada en la naturaleza y la vida doméstica, se caracteriza por una sensibilidad juguetona pero tierna. Beskow tejió magistralmente sus ilustraciones con la narrativa, creando mundos encantadores donde las flores y las plantas cobran vida. Su habilidad para capturar la imaginación infantil mientras imparte una gentil sabiduría la consagra como una figura atemporal en los libros infantiles.
A lucky little girl is invited by the flower fairies to the Midsummer festival. The flowers and bumblebees and birds tell their enchanting stories, while Pea-blossom and the Dew-cups serve refreshments.