Anne McCaffrey fue una pionera celebrada por sus visionarias novelas de ciencia ficción. Lanzó su carrera literaria como una protesta contra las representaciones poco realistas de las mujeres en la ciencia ficción de los años 50 y 60, sentando las bases para sus éxitos posteriores. Su magistral narrativa brilla verdaderamente en sus extensas sagas, donde teje hábilmente temas y construye mundos cautivadores. McCaffrey dejó una marca imborrable en el género de la ciencia ficción.
The first is that Fiona is expecting twins, and the second the fact that all the dragonriders are exhausted, a sign that they are Timing it - existing elsewhere in space and time - which gives them hope that Lorana has found a way through time to help them.
En el planeta Pern, que en su tiempo fue colonizado por los hombres, Lessa, la unica superviviente de la familia que gobernaba el fuerte de Ruatha, vive oculta a la espera de poder vengar a sus familiares asesinados. Cuando hasta el lugar llegan los antiguamente celebres jinetes de dragones (ahora desprestigiados porque ya no se les considera necesarios), que tradicionalmente han sido los encargados de velar por la seguridad de Pern y que buscan una nueva reina para regir su destino, Lessa recuerda que la venganza es un plato que se sirve frío. A partir de ese momento, y sin descanso, se producirán infinidad de quiebros en la historia prevista: batallas que ponen en peligro el futuro del planeta, conspiraciones y venganzas, viajes en el tiempo...
Although she has made peace with her Linyaari heritage, Acorna knows that only by returning to the frozen stillness of space will she ever feel truly at home.
Yanaba Maddock's short-lived career as a company spy had ended the moment the planet Petaybee and its people had adopted her as one of their own. Now she was dedicated to keeping Intergal from exploiting and wounding--or even killing--the world she had come to love. For Intergal persisted in denying that Petaybee was sentient, and nothing would stop it from stripping the ore-rich planet--sentient or not. Only solid evidence would convince the company to leave the planet alone, and for all its sentience, Petaybee's communications were highly subjective; indeed, some outsiders seemed entirely immune to its voice. So Yana and her friends would have to find some other way to prove that the planet was worth more to the company alive than dead...