Edward Hammond Hargraves
Edward Hammond Hargraves es recordado como el catalizador de la fiebre del oro australiana, al anunciar su descubrimiento de oro en 1851. Este hallazgo trascendental desencadenó una afluencia masiva de personas, alterando irrevocablemente el paisaje y la sociedad australiana. Aunque su reclamo del descubrimiento inicial fue posteriormente disputado, sus acciones siguen siendo un momento crucial en la historia de la nación.