+1M libros, ¡a una página de distancia!
Bookbot

Franz Josef Tripp

    El bandido Saltodemata
    El pequeño fantasma
    Gespenster machen keine Ferien
    Jim Botón y Lucas el maquinista
    • Jim Botón y Lucas el maquinista

      • 298 páginas
      • 11 horas de lectura

      En Lummerland la vida era tranquila, hasta que un día, ¡qué raro!, llega un paquete misterioso. ¿Sabéis qué contiene ese paquete? ¡Algo (o alguien) sorprendente, muy sorprendente! Sí, y con esto, empieza nuestra historia... Imaginad, por ejemplo, la historia de una locomotora, llamada Emma, que puede navegar igual que un barco, o el misterio del gigante que vive en un desierto llamado «El fin del mundo»...

      Jim Botón y Lucas el maquinista
    • Los seres nocturnos no están hechos para la luz del día. El búho Uho, que era muy sabio, ya había prevenido acerca ello al fantasmita. Pero el fantasmita no quiso hacerle caso. Era tanta su curiosidad... Y, además ¿quién hace ya caso de un viejo búho? El fantasmita, si bien vivía feliz, estaba algo cansado de vagar de noche por el castillo de Piedramochuelo, entre viejos retratos y armaduras, y de jugar con los murciélagos que revoloteaban alrededor de las altas torres. Así que decidió ser un fantasma de día. ¿Qué pasó entonces? Primero: que al exponerse a la luz del sol, el pequeño fantasma se volvió negro como el carbón.Y luego: que su presencia diurna en la ciudad de Montechuelo, trastornando sin querer la antes plácida vida de sus habitantes, originó las divertidas aventuras, los inquietantes acontecimientos y los insospechados lances que se relatan con todo detalle en este libro. Pero... no anticipemos el desenlace. Os deseamos, eso sí, que disfrutéis con la lectura de estas páginas y con la contemplación de los muchos dibujos intercalados en ellas.

      El pequeño fantasma
    • La abuela está encantada con el nuevo molinillo de café que le han regalado Kasperle y Pepín, pero el bandido Saltodemata quiere uno exactamente igual y hace lo que mejor saben hacer los bandidos: robarlo. Rápidamente, el sargento Matamicrobios toma cartas en el asunto aunque les advierte de que hace años tiempo que persiguen al bandido y no han podido atraparlo. La búsqueda del molinillo se complica cuando entra en escena el gran (y malvado) mago Petrosilio Atenazador, quien, a pesar de su poder, no ha logrado dar con un hechizo para pelar patatas y hace años que busca mano de obra barata.

      El bandido Saltodemata