La Invención Ocasional / Incidental Inventions
- 224 páginas
- 8 horas de lectura






Érase una vez dos niñas, Lenù y Lila, que nacieron en 1944 en un barrio pobre de la ciudad de Nápoles. Lila se casó muy joven con el hombre más adinerado el barrio y poco tardó en dejarlo. Elena, en cambio, ha continuado con los estudios e incluso ha escrito una novela. Así, a primera vista, nada une ya a las dos amigas, pero el barrio de Nápoles donde fueron niñas aún las reclama, las viejas costumbres las devuelven a un tiempo que ya se fue, y el peso de las emociones se cobra su precio.
"La niña perdida" pone punto final a la historia de dos mujeres que nacieron a mediados del siglo XX en Nápoles y desde niñas fueron compartiendo una amistad peculiar, con momentos de duda o ausencia, pero siempre cómplice. Lila y Lenù son ahora adultas y han tomado caminos distintos: Lenù dejó Nápoles para casarse y convertirse en una escritora de éxito en Milán. Solo un amor de juventud que vuelve a florecer la devolverá a Nápoles, donde la espera Lila. Los hombres, las mujeres, el paisaje, la ciudad entera de Nápoles, se convierten en testigos de las andanzas de estas dos amigas que cuentan juntas una historia en apariencia simple y muy personal, pero que nos concierne a todos.
Ella es una mujer hermosa, alocada, y se llama Lila. Es la misma niña que conocimos en La amiga estupenda, el primer tomo de esta espléndida saga, y ahora, recién cumplidos los dieciséis años, acaba de casarse con un hombre al que desprecia. La otra, que escucha, la sigue y sin querer la imita, es Lenù, una alumna brillante, empeñada en aprender de los libros todo aquello que Lila aprende de la vida a secas. Así, en este rebote de sensaciones, se desarrolla una amistad muy peculiar, una relación donde la complicidad es ley. Basta una mirada de Lila para que Lenù entienda qué pasa realmente en el dormitorio de su amiga. Basta una sonrisa para descubrir qué se esconde tras esos vestidos caros que se acoplan al cuerpo de Lila como un guante y provocan a los hombres del barrio. Basta un gesto para que Lenù sepa que Lila va a cometer una locura y nadie será capaz de detenerla. Nápoles, la ciudad que las ha visto crecer, es el escenario de esta comedia que tiene la fuerza de un drama y se quedará entre nosotros como una de las obras maestras de la literatura del siglo XXI
«Ella» es una mujer hermosa, alocada, y su nombre es Lila. Es la misma niña que conocimos en La amiga estupenda, el primer tomo de esta espléndida saga y ahora, recién cumplidos los dieciséis años, acaba de casarse con un hombre al que desprecia. La otra, que la escucha, la sigue y sin querer la imita, es Lenù, una alumna brillante, empeñada en aprender de los libros todo aquello que Lila aprende de la vida a secas. Así, en este rebote de sensaciones, se desarrolla una amistad muy peculiar, una relación donde la complicidad es ley. Basta una mirada de Lila para que Lenù entienda qué pasa realmente en el dormitorio de su amiga. Basta una sonrisa para descubrir qué se esconde tras esos vestidos caros que se acoplan al cuerpo de Lila como un guante y provocan a los hombres del barrio. Basta un gesto para que Lenù sepa que Lila va a cometer una locura y nadie será capaz de detenerla. Nápoles, la ciudad que las ha visto crecer, es el escenario de esta comedia que tiene la fuerza de un drama y se quedará entre nosotros como una de las obras maestras de la literatura del siglo XXI.
Elena Ferrante inaugura con este libro una tetralogía deslumbrante que tiene como telón de fondo la ciudad de Nápoles a mediados del siglo pasado y como protagonistas a Lenù y Lila, dos jóvenes mujeres que están aprendiendo a gobernar su vida en un entorno donde la astucia, antes que la inteligencia, es el ingrediente de todas las salsas. La relación a menudo tempestuosa entre Lila y Lenù viene acompañada de un coro de voces que dan cuerpo a su historia y nos muestran la realidad de un barrio pobre, habitado por gente humilde que acata sin rechistar la ley del más fuerte. La amiga estupenda nos presenta unos personajes de carne y hueso que nos intrigan y nos deslumbran por la fuerza y la urgencia de sus emociones