®No soy un pájaro y no he caído en ninguna red; soy un ser humano con voluntad propia.— Marcada por su temprana orfandad materna, la escritora británica Charlotte Brontë, que a lo largo de su corta vida (1816-1855) acumuló muchos lutos, revela en su obra el apasionado deseo de encontrar un lugar en el mundo. Jane Eyre, la obra que consagró su éxito fulminante, tiene los ingredientes de una novela gótica, pero rebasa con mucho las convenciones del género. Jane, la protagonista, nos muestra un nuevo modo de descubrir la realidad, y con su reflexión la acompanamos en un viaje hacia la autenticidad. ®De todos modos no era feliz, ni tampoco lo había sido nunca. Cada sonrisa ocultaba un bostezo de hastío, cada alegría una maldición, todo placer su saciedad, y los mejores besos no dejaban en los labios más que el irrealizable anhelo de una más sofisticada voluptuosidad.— La sonadora Emma, una joven de provincias casada con Charles Bovary, quien la ama pero es incapaz de comprenderla y satisfacerla, buscará la realización de sus suenos en otros amores, pasionales y platónicos..., pero ninguno de ellos logrará calmar su desesperada ansiedad y sus románticas inquietudes. La publicación de Madame Bovary (1856) provocó el escándalo de la burguesía francesa, esclava de prejuicios, y el proceso judicial que siguió contribuyó a un éxito editorial sin precedentes. Hoy esta obra es considerada el auténtico pórtico de la modernidad literaria.
Charlotte Brontë Orden de los libros
Charlotte Brontë fue una novelista británica cuyas obras se han convertido en estándares de la literatura inglesa. Su escritura, a menudo arraigada en la experiencia personal, explora las complejidades de la sociedad, la moralidad y la vida interior de sus personajes. Con increíble poder y perspicacia, abordó temas como la clase social, la religión y la emancipación femenina. Su prosa se caracteriza por su profundidad psicológica y su habilidad para crear protagonistas femeninas fuertes e inolvidables.







- 2018
- 2016
¿Por qué siempre tenía que sufrir yo? ¿Estar siempre vigilada, siempre acusada y condenada sin remisión? Jane es una niña huérfana que se ha educado en un orfanato miserable. Sin embargo, pese a todas las adversidades que la vida ha dispuesto en su camino, su inteligencia y su afán por aprender consiguen apartarla del mundo de su gris infancia, y logra establecerse como institutriz. Mientras trata de cuidar y educar a la joven Adèle, Jane empezará a trabar una estrecha relación con Edward Rochester, el padre de la pupila. Pero su amor se verá enturbiado al descubrir que su mujer, demente, vive todavía encerrada en una habitación de la casa. La crítica literaria y biógrafa Stevie Davies firma la reveladora introducción que precede a la novela, espléndidamente traducida por el escritor Toni Hill. Se ofrece así la perspectiva histórica y literaria de una obra que supuso todo un fenómeno en su época, además de un escándalo y una revolución en los círculos culturales
- 1954
Marcada por su temprana orfandad materna, la escritora británica Charlotte Brontë, que a lo largo de su corta vida acumuló muchos lutos, revela en su obra el apasionado deseo de encontrar un lugar en el mundo. Jane Eyre, la obra que consagró su éxito fulminante, tiene los ingredientes de una novela gótica, pero rebasa con mucho las convenciones del género. Cándido Pérez Gállego explica en la Introducción cómo Jane, la protagonista, es portavoz de un nuevo modo de descubrir la realidad, y su reflexión nos lleva a un viaje hacia la autenticidad. Al valor histórico –Charlotte Brontë logra un cuadro enormemente plástico de la sociedad británica de su época– se unen aquí el valor moral y el literario. Porque, en efecto, superando las técnicas tradicionales de los diálogos, una especie de «comentario mental» abre en Jane Eyre el camino que conducirá a Virginia Woolf. « Amable lector: ¡ojalá no sientas nunca lo que yo sentí entonces! ¡Ojalá no llores nunca las ardientes y tumultuosas lágrimas que yo lloré en aquella ocasión! ¡Ojalá no eleves nunca al cielo una plegaria tan desesperada y angustiosa como la que entonces brotó de mis labios! ¡Ojalá no te veas nunca en el caso de ser instrumento del dolor de aquel a quien amas, como me sucedía a mí!»