El puesto que Jean-Paul Sartre ocupa en el panorama de las ideas de nuestro siglo es de tal importancia que a raíz de su muerte, ocurrida en 1980, se llegó a decir que con ella se cerraba toda una tradición filosófica. A partir de ahí, y como prolongación del carácter polémico que siempre acompañó a aquel militante antinazi, filósofo existencialista, escritor comprometido y defensor de la libertad que Sartre fue, se han sucedido las apologías y los rechazos en un amplio debate revelador de la complejidad y el atractivo de su obra. Walter Biemel, tras unas breves precisiones biográficas, analiza en este libro las principales aportaciones de Sartre, ya que (dice) «lo verdaderamente interesante de él es su obra, tanto en su vertiente filosófica, como en la literaria y política, y su significado, es decir, su concepción de la persona a partir de la libertad».
Walter Biemel Orden de los libros
19 de febrero de 1918 – 6 de marzo de 2015






