Chris Stewart Orden de los libros
Chris Stewart es célebre por sus relatos perspicaces y a menudo humorísticos sobre su vida en su granja del sur de España. Su escritura profundiza en los desafíos y encantos de la vida rural andaluza, revelando un agudo ojo observador para el mundo natural y el carácter humano. A través de sus memorias, Stewart invita a los lectores a su vida elegida, narrando su transición de músico a agricultor con calidez e ingenio, y ofreciendo un retrato vibrante de su patria adoptiva.






- 2015
- 2012
Loro en el Limonero
- 256 páginas
- 9 horas de lectura
- 2011
Los Almendros en Flor
- 288 páginas
- 11 horas de lectura
En los almendros en flor Stewart desgrana nuevos episodios de la asombrosa vida campestre con su familia en ±El Valero». De esas vivencias, que rebosan su sentido cómico y sencillez habituales, vuelve a emerger el retrato de un hombre capaz de mantener una saludable ingenuidad ante lo que le depara la realidad diaria. Su tendencia a actuar movido por cierta visión idealista de las cosas y su actitud amable se mantienen inalteradas, ya sea cuando lo invitan a pertenecer a una Sociedad de Apreciación de los Almendros en Flor, cuando su hija lo instruye en los nuevos usos y costumbres de los adolescentes españoles, cuando inesperadamente le toca hacer una visita guiada de Sevilla a millonarios norteamericanos o cuando decide enfrentarse al trabajo de oficina en su intento de colaborar con un centro de ayuda a los inmigrantes. Los almendros en flor es un nuevo ejemplo de la capacidad de Chris Stewart para contagiarnos de su mirada sincera y su buen humor
- 2010
Tres maneras de volcar un barco. Chris Stewart se hizo célebre con la publicación de Entre limones, el divertidísimo relato de un joven inglés que, con tal de no vestir traje y acudir a una oficina, se gastó todos sus ahorros en la compra de un ruinoso cortijo en las Alpujarras granadinas. El libro se convirtió en un fenómeno editorial, hasta el punto de que, junto con los dos volúmenes siguientes -El loro en el limonero y El club de admiradores de los almendros en flor (aún inédito en castellano)-, suman más de un millón de ejemplares vendidos en Inglaterra y más de 400 mil en España. En esta ocasión, Stewart comparte con el lector una de las experiencias más insólitas de una vida ya de por sí asombrosa. Todo comienza de forma fortuita cuando una amiga le ofrece un trabajo tentador: ser el patrón de un velero para navegar en las islas griegas. La propuesta parece un sueño hecho realidad, si no fuera por un pequeño inconveniente: Chris no ha navegado en su vida, ni sabe por dónde empezar. Con abundantes dosis de ingenio e hilarante autocrítica, Chris narra su iniciación a la vela, desde un neblinoso puerto de la costa inglesa hasta su particular odisea por aguas mediterráneas rumbo a la isla de Spetses. Y como guinda, una inolvidable peripecia a través del Atlántico Norte por la ruta del legendario explorador escandinavo Leif Eriksson. El fino humor de Stewart, su facilidad para la anécdota, su tendencia a actuar movido por cierta visión idealista de la realidad, dan forma a un original y atractivo relato del mundo, el de un hombre amable que, desvinculado desde hace años de la servidumbre de los bienes materiales, sabe disfrutar como nadie de los pequeños y grandes placeres de la vida
- 2008
All Provenced out? Then head further south, to the breathtaking mountainous climes of Andalucia. Just don't be squeamish about driving over lemons. Chris Stewart, skilled sheep-shearer and sometime Genesis drummer, took one look at the Alpujarrás, the foothills of the Sierra Nevada, and decided that's where he wanted to be. This is the story of his adventures coming to terms with the terrain, the lifestyle and, of course, the locals, who possess all the rugged, homespun charm you'd expect. Stewart soon discovers all the hidden foibles of his bargain purchase, and spends the following year (rendered here in detail) installing the little luxuries of life like, say, water. However, just when you're worrying that all this might degenerate into a rose-tinted Englishman-finds-nature idyll, Chris's wife enters the fray. Nonsense-free, straight-talking and relentlessly unsentimental, Ada should be a required resource for all travel writers. Ada gets bored with the fake machismo of pig-killing, Ada sees through the selfless "help" of the natives, Ada calls a peasant a peasant. With her on board, Stewart has the perfect counterbalance to his declared optimism, and Driving over Lemons becomes a loving but clear-sighted encomium, economically and wittily written, to a wonderful part of the world. -- Alan Stewart