Camille Fauque tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Philibert Marquet, su vecino, vive en un apartamento enorme del que podría ser desalojado. Franck Lestafier, cocinero de un gran restaurante, es mujeriego y malhablado, lo cual irrita a la única persona que le ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo. El encuentro de estos cuatro personajes puede significar la salvación de un naufragio anunciado.
Un comercial que pasa la vida en la carretera descubre por azar las insospechadas consecuencias de tomar un determinado desvío; una hermosa mujer se cita ilusionada con un desconocido y en pocos segundos le ve con otros ojos; un padre de familia se reencuentra con el amor de su vida; una veterinaria se enfrenta a dos hombres que la tratan como au-ténticos animales… Los doce relatos de Quisiera que alguien me esperara en algún lugar ponen al descubierto emociones humanas esenciales que cobran su mayor intensidad en momentos cruciales.
Pierre, un rico industrial de sesenta y cinco años, invita a Chloé, su joven nuera, a pasar un fin de semana en la casa de campo familiar. Ella acepta, llevada por la necesidad de cambiar de aires ante el reciente abandono de su marido. La amaba está magistralmente tejida en torno al diálogo que ambos mantienen en un momento crucial de sus vidas. Él, siempre arrogante e introvertido, bajará la guardia por primera y última vez para revelarle un secreto, lo que vivió… o tal vez lo que nunca vivió. La amaba es una novela alegre y triste a la vez, un fragmento de vida, una punzante historia de amor contada con la eficacia y la capacidad de observación que caracterizan a esta deslumbrante figura de las letras francesas. A través de un diálogo conmovedor, Anna Gavalda nos habla de nuestras vidas, nuestras dudas, nuestras renuncias, y también de nuestras esperanzas, nuestra ironía y nuestra ternura. En la prosa de Anna Galvalda no hay descripciones, sino una economía verbal de asombrosa eficacia de la que surge una poderosa corriente emocional. Tras el éxito obtenido con sus relatos Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, esta primera novela de Anna Gavalda ha encabezado todas las listas de ventas de Francia (superando los 250.000 ejemplares), antes de ser traducida a nada menos que veintiún idiomas.
Charles Balanda, un arquitecto de 46 años y hombre de familia, lleva una vida ocupada entre aviones y aeropuertos. Sin embargo, la noticia de la muerte de Anouk, su amor de infancia, desestabiliza su mundo. Este recuerdo de Anouk, una persona excepcional que no pudo vivir como los demás, lo impulsa a realizar un cambio radical en su vida. La novela, desbordante de humor, es una profunda historia de amor que trasciende la atracción entre dos personas y plantea la pregunta sobre el valor de la vida. A través del consuelo, se celebra la esperanza y las segundas oportunidades. La autora, conocida por su habilidad para equilibrar la tristeza y la alegría, presenta personajes cautivadores con los que muchos pueden identificarse. Su estilo sencillo pero magnético ha conquistado a millones de lectores en 38 países, recibiendo elogios unánimes de la crítica. Con esta obra, el fenómeno internacional de la autora continúa creciendo, siendo descrita como un antídoto contra la tristeza y un sublime tratado de arquitectura sentimental. La novela es una comedia humana que combina gravedad y ternura, consolidando la singularidad de Gavalda en el panorama literario.
Simone, Garance y Lola, tres hermanos que se han hecho ya mayores, huyen de una boda familiar que promete ser aburridísima para ir a encontrarse en un viejo castillo con Vincent, el hermano pequeño. Olvidándose de maridos y esposas, hijos, divorcios, preocupaciones y tristezas, vivirán un último día de infancia robado a su vida de adultos. La sal de la vida es un homenaje a los hermanos, compañeros imborrables de nuestra niñez. Una novela con todos los ingredientes que han hecho de Gavalda una de las autoras más leídas y admiradas de la literatura europea: alegría, ternura, nostalgia y humor.
Anna Gavalda sa číta ľahko, pre autorku je písanie jej schopnosťou. V tom spočíva jej sila. Jednoduché slová nabité humorom, láskou a trochou krutosti: Nenávidím školu. Nenávidím ju zo všetkého na svete najviac. A ešte viac ju nenávidím... Ničí mi život... V oboch rečiach, vo francúzštine aj slovenčine, nakoniec však zvíťazí láska ku škole. Kniha je tiež pasom k čitateľovej dvojjazyčnosti.
Billie a 13 ans. Elle n'a connu que les coups et la misère. Un matin, en classe, elle découvre On ne badine pas avec l'amour d'Alfred de Musset et l'amitié. Sa vie va changer. Mathilde a 24 ans. Un jour, elle oublie son sac à main dans un café. Un homme le lui rend la semaine suivante et, à cause de cet homme justement, elle décide de changer de vie. Yann a 26 ans. Un soir, il rend service à son voisin de palier qui l'invite à dîner pour le remercier. Au cours de cette soirée, il réalise que sa vie n'a aucun intérêt et qu'il doit tout recommencer. Trois prénoms. Trois histoires. Trois jeunes gens d'aujourd'hui, déterminés et courageux, qui préfèrent encore se tromper de vie plutôt que de n'en vivre aucune.
Eine leichte, heitere Sommergeschichte im unnachahmlichen Gavalda-Stil: drei Geschwister, Garance, Lola und Simon, befinden sich auf dem Weg zu einer Hochzeit, die sich bereits im Vorfeld als langweilig ankündigt. Während die Feierlichkeiten beginnen, stehlen sich die drei kurzerhand davon und machen sich auf den Weg zu ihrem jüngsten Bruder Vincent, um ihn zu überraschen. Fern von Ehe- und Familienproblemen, Sorgen und Förmlichkeiten hängen die vier ihren Erinnerungen nach, albern herum – und werden nach diesem geschenkten Tag (so der deutsche Titel) ein bisschen erwachsener geworden in ihren Alltag zurückkehren. Ungekürzte und unbearbeitete Textausgabe in der Originalsprache, mit Übersetzungen schwieriger Wörter am Fuß jeder Seite, Nachwort und Literaturhinweisen.