La razón y sus fines

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La conciencia humana se distingue por la capacidad de establecer fines, que pueden obedecer o no a la racionalidad. Los fines genuinamente racionales se han relacionado con aquellos prácticos o teórico-prácticos que esclarecen y preservan la condición humana. Kant, Husserl y Horkheimer han sostenido que la ciencia carece de los instrumentos para decidir sobre estos fines, los cuales deben ser elucidados desde un nivel de reflexión que se califica como filosófico. Estos pensadores han intentado prevenir, en sus respectivos contextos históricos, la limitación de la comprensión de la racionalidad a la variante científica, advirtiendo sobre el peligro de deshumanización que conlleva tal error. La capacidad de la conciencia para establecer propósitos es fundamental, y su comprensión requiere una reflexión más allá de lo meramente científico, enfatizando la importancia de una aproximación filosófica que preserve la esencia humana.