Los muertos no comen comida rápida

Más información sobre el libro

¿Por qué tiene que ser Sylt? Fanny, de dieciséis años, no tendría nada en contra de una isla del sur, pero Sylt..., ese garfio arenoso en el mar del Norte, cubierto siempre por una nube de lluvia y otra de aburrimiento. Pero, sin previo aviso, las vacaciones resultan todo menos aburridas: Fanny descubre involuntariamente un mundo de búnkeres subterráneos y a Jan, el chico de la playa. Juntos emprenderán la búsqueda de una adolescente desaparecida... ¡Emoción, amor y humor, la mezcla perfecta!