La confesión

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Casi una década en el corredor de la muerte en el estado de Texas, aunque en Donté Drumm ni siquiera parece preocuparse ya por ello. La fecha de la ejecución se acerca, inexorable, y por más argucias a las que su abogado, el explosivo y entregado Robbie Flak, intente recurrir hasta el último minuto, la historia está escrita de antemano, no en vano se trata de un joven negro acusado de violar y matar a una de las chicas más populares de su instituto. Para el fiscal y las autoridades policiales poco importa que jamás se haya encontrado el cadáver o que la defensa se haya dejado la piel en desvelar la sarta de irregularidades del juicio. A Drumm sólo le cabe esperar la muerte… En el cercano estado de Kansas, no obstante, el joven pastor Keith Schroeder se devana los sesos tratando de decidir qué hacer con la información que ha caído en sus manos. Hace unos días el ex recluso Travis Boyette se acercó a su congregación y le confesó que fue él quien asesinó a la chica. Su excusa para hablar ahora es un tumor fatal y el deseo de arreglar ciertos asuntos antes de morir. Tras innumerables dudas, el reverendo Schroeder decide que, aunque con ello rompa la condicional, debe llegar con Boyette hasta Texas y detener la muerte de un inocente. No obstante, y como pronto descubrirá, para convencer a cualquiera sobre la palabra de un criminal se requiere tanto o más esfuerzo que para luchar contra el engranaje de la muerte.