Dialéctica de la Ilustración
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Theodor W. Adorno se erigió como un filósofo y crítico social alemán fundamental en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial. Su influencia radica en la naturaleza interdisciplinaria de su investigación y su pertenencia a la Escuela de Frankfurt. Examinó rigurosamente las tradiciones filosóficas occidentales y ofreció una crítica radical de la sociedad occidental contemporánea. Inicialmente obstaculizada por traducciones poco fiables, la obra de Adorno ha experimentado un resurgimiento en los países de habla inglesa, con traducciones mejoradas y publicaciones póstumas que solidifican su impacto en la epistemología, la ética, la estética y la teoría cultural.







"La actualidad de la filosofía" (1931) y "La idea de la historia natural" (1932) constituyen un documento indispensable para comprender la génesis de la filosofía de Adorno. El brillante discípulo de Benjamin, aún no vinculado al Instituto de Investigación Social, expone la primera versión de lo que luego se convertirá en Dialéctica negativa (1966) y Teoría estética (1970). Sin la melancolía de su obra madura, Adorno discute la constelación filosófica de la época: neokantismo, filosofía de la vida, fenomenología, Heidegger, positivismo lógico, Luckás, Benjamin. Ante la pérdida filosófica de la totalidad, se niega tanto a la entrega de la filosofía a las ciencias o a las artes, como a la postulación heideggeriana de un ser como algo viviente. La tarea de la filosofía estaría en irrumpir en lo pequeño, en ver todo ente como fragmento y escombro donde se ensamblan naturaleza e historia, donde lo nuevo y lo arcaico podrían encontrarse. El texto "Sobre la relación entre sociología y psicología" (1955) discute las pretensiones de la psicología social de orientación psicoanalítica enfrentándola al intento opuesto de completar la sociología con recusos psicológicos. Introducción a cargo de Antonio Aguilera, profesor titular de filosofía de la Universidad de Barcelona.
"Las quince lecciones reunidas en el presente volumen, dictadas entre abril y julio de 1968 en la Universidad de Frankfurt, constituyen el último curso académico impartido por Adorno y un testimonio especialmente vivo de las tensiones entre la política real y los planteamientos teóricos de la sociología. Las clases coincidieron con los acontecimientos en torno al mayo del 68 y en ellas Adorno responde a muchas preguntas de las nuevas generaciones, ávidas de cambios y decepcionadas de los discursos demasiado abstractos. Ante este público, Adorno defiende la teoría frente a la pura pragmática, ya que sólo la teoría garantiza una posición crítica ante los hechos. "Si me preguntan qué es realmente la sociología, yo diría que debe ser la comprensión penetrante de la sociedad ..., pero en el sentido de que esta comprensión sea crítica y sepa medir lo que socialmente "es el caso" ... con respecto a lo que la sociedad misma aspira a ser; así se detectará la contradicción y en ella al mismo tiempo el potencial de un cambio de la constitución global de la sociedad." En estas lecciones, Adorno muestra con gran madurez cómo hacerse cargo del límite entre la mera descripción de lo dado y la posibilidad de orientar el rumbo de situaciones futuras sin caer en la utopía."--Contratapa
Theodor W. ADORNO está considerado como uno de los intelectuales más influyentes y brillantes de este siglo, pero su aportación pedagógica ha pasado injustamente desapercibida hasta el momento. Los grandes desastres ocasionados por el nazismo y las dictaduras le llevaron a valorar la importancia de los sistemas educativos en la construcción de sociedades democráticas. En esta obra el autor constata cómo a veces también la formación puede conducir ala barbarie ya la dominación; algo que el nazismo puso de manifiesto al propugnar en las instituciones escolares una «falsa cultura», a la vez que impedía el pensamiento crítico. Uno de los principales interrogantes que el filósofo se plantea es cómo puede este mundo, tan desarrollado científica y tecnológicamente, presentar al mismo tiempo tanta miseria. Prestar atención a lo que está sucediendo obliga a atender a la formación de las personas, analizar el papel tanto de las instituciones como de los medios de comunicación y, entre éstos, de la televisión. Capítulos como: «¿Qué significa superar el pasado?», «La filosofía y los profesores», «Televisión y formación cultural», «Tabúes sobre la profesión de enseñar», «Educación después de Auschwitz», «Educación, ¿para qué?», «Educación para la superación de la barbarie» y «Educación para la emancipación» son suficientemente sugerentes y demuestran el interés de ADORNO por la dimensión emancipatoria que debe pro mover una educación, una cultura y una ética destinadas a la formación de personas democráticas.
Durante la redacción de la Dialéctica negativa, su gran obra teórica, Adorno dedicó buena parte de su tarea docente a discutir las problemáticas del libro cuya elaboración le tomó siete años. Estas clases son el reflejo de un profundo diálogo crítico que el autor establece con la tradición alemana, Kant y Hegel, en torno a la filosofía de la historia y a la posibilidad de la libertad humana. A estas dos clásicas preguntas de la mayor dignidad, según sus palabras, está dedicada la segunda mitad de su libro y las presentes lecciones.¿Cómo el ser humano, que pertenece al orden natural, regulado por leyes, es capaz de obrar con libertad? ¿Cómo ese orden de la naturaleza se une con el de la historia, que desde la Era de la Razón tendemos a pensar como el desarrollo de un progreso humano? Lo necesario y lo contingente, lo particular y lo general, el individuo y la sociedad, el progreso de la razón y la irracionalidad existente; toda una serie de contraposiciones articula esta investigación, que no están destinadas, por ser parte de una dialéctica negativa, a resolverse como tales, sino a mostrarse en todas sus aristas. Aun sin renunciar a una evocación de la felicidad.
El primer volumen de las obras completas de Adorno dedicado a la sociología incluye diversos textos relacionados con el ámbito de las ciencias sociales propiamente dichas, pero también con los de la política, la psicología o el psicoanálisis. En ellos ofrece, con su habitual profundidad de pensamiento, un clarividente análisis de temas tales como la pseudocultura, la propaganda fascista o el conflicto social
La consciencia de la liquidacion del individuo por el tipo de colectivismo que ha llegado a imperar bajo el capitalismo tardio es el revulsivo final que propicia la concepcion de otra existencia individual, libre de la esclavitud de la ley economica, que sea la verdadera sustancia de la colectividad. Las significativas fechas que enmarcan la composicion de estos escritos - fechas que, por razones historicas y personales del autor, le hacen escribir desde un forzoso recluimiento en su intimidad - propiciaran una concentracion creativa que, a un filosofo coma el, tan ajeno a la oficialidad, no podia por menos de animarle a expresarse en un genero tan poco academico coma el aforistico.
La excepcional importancia de este libro viene definida por los dos nombres que aparecen en la autoria y en el titulo de la obra. El volumen reune ensayos y cartas de Adorno sobre Walter Benjamin y es un documento inestimable para un acercamiento a la figura y al pensamiento del hombre que se describio a si mismo como alguien que se mantiene trepando a lo alto del mastil de un barco que se hunde y desde alli lanza una senal de socorro.
La música, junto al tiempo, representa uno de los problemas filosóficos más complejos. Pocos pensadores han osado enfrentarse a este desafío, siendo T.W. Adorno uno de ellos. Su filosofía de la música, entendida en un sentido amplio, fue su preocupación teórica constante a lo largo de su vida. Las reflexiones acumuladas durante más de cincuenta años conforman un impresionante edificio teórico que aún espera ser descubierto y valorado, más allá de los límites históricos e ideológicos que marcan su obra de tardomarxista, que optó por la vanguardia más radical y hermética, representada por la música de Schoenberg, Berg y Webern. Tras su regreso del exilio en América y la reinstauración del Instituto de Investigaciones Sociales en Fráncfort, Adorno se dedicó principalmente a presentaciones sistemáticas, como la Introducción a la filosofía de la música. Sin embargo, sus reflexiones también se manifestaron en numerosos escritos breves, muchos de los cuales no fueron recopilados en volúmenes temáticos o misceláneos, lo que ha limitado su traducción y difusión. En esta colección, se presentan algunos de estos textos que exploran las relaciones entre la música y el lenguaje, la música y la pintura, así como la filosofía y los fenómenos musicales.
El presente volumen recoge diversos textos y fragmentos en los que Adorno se ocupa de la obra de Beethoven. Enfocado desde el punto de vista de la teoría y la filosofía de la música, el libro se aleja de las biografías y catálogos al uso, y el profundo y penetrante análisis del que hace gala su autor lo convierten en una referencia indiscutible de la literatura musical contemporánea.