La leche de cabra es similar a la leche materna, fácil de digerir y rica en nutrientes. Ideal para quienes son intolerantes a la lactosa y caseína. Su rápida degradación requiere pasteurización y buenas prácticas de manufactura. La industrialización puede beneficiar a pequeños y medianos productores, mejorando su sustento económico.
Lucas Mansilla Orden de los libros



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