Los lectores conocen a Oliver Sacks por sus fascinantes libros sobre los misterios de la mente a partir de asombrosos casos psiquiátricos. Ahora aplica su perspicacia y su humanismo al escrutinio de su propia vida. El autor acomete un ejercicio de introspección que nos permite descubrir una peripecia vital intensa y compleja. Habla en estas páginas de su marcha de Inglaterra dejando atrás a la familia y de su llegada a Estados Unidos; del momento en que le confesó a su madre su homosexualidad y de la airada reacción de ella; de la relación con su hermano esquizofrénico; de su primera experiencia sexual, en Ámsterdam, cuando un hombre lo recogió en la calle completamente borracho y él despertó a la mañana siguiente en la cama de ese desconocido; de su última relación sexual al cumplir los cuarenta y de su posterior celibato voluntario; del sexo y del amor como motores de la vida; de sus inicios como psiquiatra en un hospital en los años sesenta del pasado siglo y de sus cruciales investigaciones sobre una enfermedad olvidada; de las intensas relaciones con sus pacientes; de su abuso de las anfetaminas; de la amistad con los poetas Auden y Thom Gunn, y de su más fugaz relación con personajes como Robert De Niro, Robin Williams y Harold Pinter; de su afición a las motos y sus viajes nocturnos en una de ellas por el desierto de California; de otras aficiones como la halterofilia, el culturismo y la natación; y sobre todo de la aventura intelectual a la que ha dedicado su existencia y que ha divulgado en sus deslumbrantes obras. El resultado: una gran autobiografía, emocionante y desgarradamente honesta.
Luud Dorresteyn Libros



The inspiring story of a son and his dying mother, who form a "book club" that brings them together as her life comes to a close.
Blind Date
- 412 páginas
- 15 horas de lectura
Elisabeth Kennedy is a complicated, prickly ex-police detective recovering from a brutal attack of deadly acid - and a woman who is determined to fight back. Unable to escape the memory of her sister's murder, Elisabeth flees the stiflingly safe confines of her mother's seaside home to return to her own precarious existence in an apartment high atop a crumbling London bell tower. In her self-imposed exile, she assumes she will be safe, anonymous. But even the most cloistered places are not sacrosanct - especially the human heart. As she tracks her quarry through a London peopled by the pathetic and the poisonous, Elizabeth is headed for something far more chilling than loneliness, more savage than self-doubt