Este periodista y escritor autodidacta es célebre por su profunda exploración de la memoria, la identidad y la condición humana. Combina magistralmente la reflexión personal con indagaciones filosóficas más amplias, creando una prosa que es a la vez lírica y penetrante. Su estilo distintivo profundiza en las complejidades de la existencia, ofreciendo a los lectores una experiencia literaria profundamente cautivadora y que invita a la reflexión. Sus escritos son un testimonio del poder del lenguaje y la profundidad intelectual.
La casa de los espíritus narra la saga familiar de los Trueba, desde principios de siglo hasta el presente. Magistralmente ambientada en algún lugar de América Latina, la novela sigue paso a paso el dramático y extravagante destino de unos personajes atrapados en un entorno sorprendente y exótico.
A partir de unas pequeñas tramas juveniles, asistimos en Capital del dolor al crecimiento del argumento de la Falange en España y de la guerra en los caudillos de Castilla hasta el estallido de la Guerra Civil. El protagonista, Paulo, de dieciocho años, vive su proceso de maduración durante los años del conflicto en la localidad de Tablares, junto a otros jóvenes que deben elegir bando bajo las férreas sombras de José Antonio, Onésimo Redondo, Girón. La juventud, la Iglesia, la sangre y el luto, la prostitución, la crónica local y la lucha de clases se nos ofrecen a través de una trama y unos personajes que, llenos de verdad histórica y humana, viven intensamente un retazo de la gran tragedia española.
Memorias mágicas de un niño intemporal, Francesillo, que viene de los cuadros tenebristas y va hacia el encuentro alucinante con Franco, pasando por la picaresca del Siglo de Oro y el esperpento de Goya y Valle-Inclán. Historia irracional de España y sus guerras civiles, magno mural expresionista donde el anacronismo es la clave poética y los siglos se dan la mano para bailar el minué sangriento de nuestro sempiterno guerracivilismo. Juego de círculos concéntricos donde el círculo mayor va cabiendo siempre en el menor: España y la Historia, resumidas en sus contiendas civiles, imperiales, coloniales, religiosas. Todas contenidas en la del 36-39 dentro de una casa de lenocinio de Valladolid. Francisco Umbral ha escrito la novela de un niño que vive dos vidas paralelas, complementarias, que se aureolan y justifican una a la otra dentro de su alma escalonada en tres estadios como los tres patios sucesivos de su casa: la cultura, la gente, la soledad. Figuras de la Historia que van y vienen libremente por los siglos como salones, donde se encuentran, se saludan y se matan.
Francisco Umbral logra una crónica magistral de la adolescencia y la provincia que va desde el milagrismo de la guerra y la posguerra al realismo cotidiano de la pequeña ciudad; del cielo de España por el que volaban los obispos al infierno de los más duros trabajos de la época, pasando por el purgatorio de la adolescencia.Pío XII, Millán Astral, la Virgen de Fátima y la guardia mora de Franco transitan con naturalidad por esta obra brillante, irónica y melancólica que fue finalista del Premio Planeta 1985.